Dictado: H, C, tilde diacrítica, acentuación.
Cecilio se tumbó en el sofá a hojear el periódico . Echó con pasión una ojeada a la primera página , pero no sonrió al ver el dibujo del asta de un gran toro . Se imaginó ahí, como un hábil as del toreo que perdonaba al astado. Él se dijo a sí mismo: « yo sé que el arte de torear es algo mágico que has de sentir, pero.... ¡Ay! ¿ Por qué ha de haber noticias tan pésimas como estas?
¡ Qué difícil es ver gente pacífica que ha hecho arte de verdad !"
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