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La pecera

La pecera

La pecera es un formato para facilitar la discusión grupal que estimula el interés y fomenta la participación, enfocándose en pequeños grupos de personas a la vez, y permitiendo que la composición de dicho grupo sea fluida.

Usos

El formato de la pecera puede resultar útil como base para toda una sesión, cuando el propósito es encontrar nuevas perspectivas sobre un tema. También resulta útil como actividad final de un taller de aprendizaje, de manera que los participantes puedan explorar sus impresiones sobre la experiencia e identifiquen cosas valiosas que hayan aprendido.

¿Cómo se usa la pecera?

-Se ubican cinco o seis sillas en un círculo en el centro de la sala, apuntando hacia el centro (es decir, armando una ronda). Este grupo de sillas es la pecera. Se ubican más sillas en los alrededores por fuera del círculo interno, también apuntando al centro.
-Cuatro o cinco participantes ocupan las sillas de la pecera (es decir, exactamente un partipante menos que la cantidad de sillas; una silla queda libre). Estos participantes son los peces.
-El resto de los participantes son los observadores que se sientan en las sillas adicionales por fuera de la pecera.

-Un facilitador se encuentra parado cerca de la pecera. Su trabajo es mantener a la discusión en movimiento, asegurar que se sigan las reglas de la pecera, y tomar notas sobre cualquier punto interesante que surja durante la discusión.
-Solo los peces pueden hablar. Más aún, sólo pueden hablar si hay exactamente una silla libre en la pecera.
- En cualquier momento, un observador puede avanzar y sentarse en la silla libre. Cuando esto ocurre la discusión se detiene hasta que alguno de los peces se retire voluntariamente y pase al área de los observadores.

-Cualquier observador puede unirse puede pasar de ser observador a pez cuantas veces quiera durante la discusión.

-También se permite que un pez se retire al área de observadores en cualquier momento, aunque nadie se haya sentado en la silla libre. En este caso, la discusión se detiene hasta que un observador se una voluntariamente.


¿Y por qué funciona?

Dado que sólo un pequeño número de personas tienen el privilego de hablar en un instante determinado, y sabiendo que pueden ser reemplazadas en cualquier momento cuando un observador se una al círculo, los participantes tienden a decir lo que piensan de manera directa, y comparten sus reacciones a los comentarios sin dudar ni con miedo a romper algun protocolo.
A menudo, el resultado es una discusión rápida, intesa y apasionada en la cual los asistentes participan mucho más que en reuniones convencionales. Una vez que se logre una discusión acalorada, no es inusual que las personas se muevan dentro y fuera de la pecera con bastante velocidad y por espacios de tiempo cortos. Todo esto resulta en un valioso intercambio de información, y a la vez es una experiencia personal memorable.

Variantes

Una variante muy popular de este formato es que las sillas de la pecera estén todas ocupadas. Los observadores que quieran ingresar al círculo deben tocar a algún pez en el hombro, momento en el cual el participante debe abandonar la pecera. Este cambio le resta algo de libertad al formato, ya que el abandono de la pecera deja de ser voluntario.
También pueden armarse peceras con muchos participantes (10 o 12), y todos participan de la discusión. Este formato tiende a parecerse más a una discusión grupal abierta.
Por otro lado, el facilitador puede intentar dirigir la discusión presentando una agenda de temas para que el equipo se enfoque. Sin embargo, esto le resta el aspecto auto-gestionado del formato original, y desalienta a que las personas se expresen libremente con lo que piensan en el momento.



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